Nuestra cultura androcéntrica, patriarcal y capitalista produce y proyecta deseos donde predomina el deseo sexual y el placer masculino en detrimento del femenino, mientras se invisibiliza o anula el deseo real de las mujeres, aumentando la pornificación de la sexualidad y la sexualización de las mujeres. Ante tal panorama, urge analizar desde el feminismo las narrativas culturales para ver como influyen en la construcción y subjetividad de nuestros deseos.
Repensar nuestros deseos, implica cambiar la mirada y la forma de sentir placer
¡Conecta con tu deseo real!





